domingo, 30 de octubre de 2016

Espías desde el Cielo

Película británica de 2015 dirigida por Gavin Hood y protagonizada por la incombustible Helen Mirren. El film, bélico en su temática es puramente dramático en su esencia; plantea cuestiones morales que van más allá de un ataque militar, es más, que trasciende lo militar y hasta lo político ubicándose en la pura ética del ser humano.

La coronel Katherine Powell  (Helen Mirren)

La inteligencia británica tiene localizada a tres de las personas más buscadas acusadas de terrorismo, se hallan en una casa en Kenia y lo que se pretendía fuera una misión de captura se vuelve inesperadamente en una misión de "eliminación". Los terroristas se están colocando unos chalecos con explosivos para un inminente ataque lo que obliga al replanteamiento de la misión. La coronel Katherine Powell (Helen Mirren) opta por la eliminación de los objetivos pero, para ejecutar esta acción la decisión debe ser aprobada por cargos superiores, pasando por ministros, fiscales generales y hasta el secretario de estado norteamericano. Poner de acuerdo a tantas personas complicará sobre manera la ejecución pero cuando parece que todo está concensuado surge un nuevo problema, desde el dron que vigila la casa y que espera en el cielo para derribarla, se aprecia la figura de una niña que se situa junto a la vivienda, en torno a una mesa en la que dispone varias hogazas de pan para su venta.

La sensibilidad humana hace aparición y surgen dudas de si lanzar el misil sería lo correcto sabiendo que con alta probabilidad la menor morirá, unos deciden esperar, otros meditan las consecuencias y otros, como la coronel Powell, no quieren esperar más, quieren actuar ya y evitar que los terroristas abandonen la casa. El dilema moral está servido: ¿arriesgar la vida de una niña o poner en riesgo la vida de cientos?


Gavin Hood nos trae una película cargada de dudas, de que hacer, de como se tomará el mundo el resultado de la acción, de que propagarán y dirán los medios,... no es fácil tomar una decisión de estas características, sea la que sea, pues los críticos esperan con sus plumas y sus lenguas afiladas. Hood nos trae en definitiva un episodio muy real de guerra moderna, del presente siglo XXI.

Se responsabiliza a Helen Mirren del protagonismo de la cinta y el resultado no es muy positivo, si bien su veteranía y aplomo frente a las cámaras le permiten no tener que rendir al cien por cien si que se echa en falta algo más de credibilidad interpretativa. No sólo de nombres vive el cine.

En general la película no es para nada desdeñable y pese a que toda la trama transcurre practicamente en torno a la misma situación, de disparar o no, no se hace aburrida ni larga como cabría esperar. Recomendable de ver aunque puedan haber opciones mejores.



sábado, 22 de octubre de 2016

Independence Day. Cotraataque



Secuela de la también dirigida por Roland Emmerich, "Independence Day", hace ya 20 años. Y como si lo sucedido en aquella primera cinta fuese real, en "ID. Contraataque" se muestra una sociedad unida a nivel mundial contra la amenaza extraterrestre, que ha sabido aprender de lo sucedido en el pasado, y que se siente preparada para actuar en el presente, un 2016 ficticio bastante más avanzado que el real.

De nuevo el día de la independencia estadounidense, de nuevo una amenaza exterior que acecha a las puertas pero esta vez, con la lección bien aprendida, la defensa de la Tierra no esperará y atacará primero pero, cometerá un error, se equivocará de enemigo. Un posible aliado es destruido mientras que el verdadero y peligroso invasor se aproxima con un ejercito brutal y una nave nodriza de miles de kilómetros de diametro, ¡colosal!. La potencia de los alienígenas es brutal y la nave se posa sin problemas sobre la Tierra, destruyendo casi medio planeta.


Unos pocos elegidos serán los pilotos encargados de aniquilar al invasor, será difícil, prácticamente imposible pero, de eso trata "Independence Day. Contraataque", de alcanzar lo imposible, de luchar hasta la extenuación, hasta que los recursos bélicos se acaben y toque tirar de ingenio, para mayor gloria norteamericana. La película en sí es una oda a heroicismo estadounidense, a ensalzar la valentía y el corage de todos los americanos que por voluntad propia o por verse accidentalmente envuelto en una situación que lo requiera, están entregados y dispuestos, si es necesario, a dar sus vidas por su país y por la humanidad. Lo cierto es que roza lo paranóico, llegando a ser cansino.

La película no tiene una trama definida, es más bien seguir los paso de su antecesora pero a lo grande, con menos miga pero con un despliegue técnico impresionante, quizás exacerbado pero que los amantes de lo efectos especiales disfrutarán enormemente. Pocos diálogos profundos, poca sustancia pero mucha parafernalia. Se echa de menos a Will Smith y sus ocurrencias.


Visualmente es espectacular, su mejoría técnica es evidente, no obstante han pasao 20 años desde que en 1996 se produjese su antecesora pero le falta algo, le falta profundidad de peronaje, desarrollo de los mismos y sobre todo diría que le falta alma, no obstante no puede decirse que decepcione, es más estoy dispuesto desde ya a ver la tercera parte que complete esta trilogía.


viernes, 14 de octubre de 2016

Pesadillas

Película basada en la serie de televisión de mediados de los 90 de nombre homónimo, que encuentra su argumentario en las novelas de R. L. Stine. La serie de éxito internacional entre el público juvenil alcanzó en 2015 su culmen con el largometraje dirigido por Rob Letterman, si bien puede decirse sin temor a equivocarse que ésta llega tarde, su público inicial ya creció bastante y el potencial no alcanzaría a entender demasiado lo que ocurre en la cinta.



Tras la muerte de su padre, Zach (Dylan Minnette) y su madre se mudan a Greendale con el propósito de empezar de nuevo, pronto conocerá a su vecina Hannah (Odeya Rush) y a su fastidioso y quejumbroso padre, un hombre severo que no deja que su hija se relacione con nadie, tanto es así que ni la deja ir al instituto con el resto de jovenes del pueblo.

Zach  (Dylan Minnette) junto a Hannah  (Odeya Rush)

Unos gritos acompañados de unos ruidos alarmantes hacen que Zach desafíe la prohibición del padre de Hannah de acercarse a su casa y acompañado de Champ (Ryan Lee), su nuevo amigo de clase, entran en la vivienda, allí descubrirán una colección de libros cerrados con candados, son las novelas bestsellers de R. L. Stine, el afamado autor de "Pesadillas", mayor es la sorpresa al descubrir que se trata del padre de Hannah, al que encarna Jack Black. Por accidente caen un libro y éste se libera del cerrojo, las páginas se revolucionan y el bigfoot abandona su presidio celuloso tomando forma en el propio salón de la casa, es el inicio del caos, más libros se abrirán y más monstruos y maquiavélicos pesonajes saldrán al mundo real, desde el payaso diabólico, pasando por los gnomos de jardín, las momias, el hombre lobo, insectos gigantes, zombies y hasta el malvado Slapy, una marioneta de ventrilocuo que toma el mando de la que se convertirá en una pesadilla muy real para todos.

Enfrentados, ahora Zach, Champ, Hannah y Stine tendrán que colaborar juntos para poner fin a la liberación de tanto personaje que atormenta, por extención, a toda la población de Greendale.

R. L. Stine  (Jack Black)

Una demostración majestuosa de efectos especiales centra el protagonismo de la cinta de Letterman, yendo más allá del propio argumento, algo débil y de los protagonistas Zach y Hannah con una historia de amor que pasa de puntillas pudiendo haber sido un bonito y romántico epicentro sobre el que girar la trama.

Se adivina la intención de dar continuidad con una segunda película, la esperanza es que sea mejor que esta primera en cuanto a profundidad de personajes y mayor recorrido, las posibilidades están ahí sólo falta darle cuepo adecuadamente, lo cual no debería resultar demasiado difícil.

De momento, personalmente, me sigo quedando con la serie.



miércoles, 5 de octubre de 2016

Dos Buenos Tipos

Fotograma de "Dos Buenos Tipos"

Película de 2016, escrita y dirigida por Shane Black, nos traslada a los años 70 de la ciudad norteamericana de Los Ángeles, cuenta la historia de un detective, Holland March (Ryan Gosling) que a consecuencia de su trabajo recibe la visita de un matón, Jackson Healy (Russell Crowe), que busca "darle un mensaje" por orden y pago de su clienta, la cual no quiere que March la siga espiando, lo que no saben ninguno de los dos tipos es que terminarán trabajando juntos.

Holly  (Angourie Rice)

March vive con su hija Holly (Angourie Rice) en una casa alquilada justo al lado de la que un día fue su casa y antes de que un incendio originado por un escape de gas la redujera a cenizas. March representa el lado inmaduro de la pareja padre-hija mientras que Holly a sus 13 años es la única que parece aportar cordura, pronto se unirá a ellos Jackson Healy, un matón a sueldo que pese a su aspecto descuidado está en plena forma, demostrando más sensatez y mucha más violencia que su nuevo compañero y por supuesto que su hija, obsesionada casi por no hacer daño a nadie por mucho que se lo pueda merecer, representa sin duda el lado moral de toda la película.

La muerte de una actriz porno cuando conducía su coche pasa de ser un accidente de tráfico a ser cuestionada y vista como posible asesinato cuando poco después muere también el director de su última película, es incediada la casa donde se rodó y desaparece su principal productora, Amelia (Margaret Qualley), que no sólo es la hija rebelde de la jefa del departamento de justicia sino que además es la clienta que contrató los servicios de Healy y propició el encuentro de éste con March. Todo se vuelve muy inquietante vislumbrándose una conspiración muy bien organizada dentro del caos inicial que aturulla la cabeza de sendos tipos, y que poco a poco se va convirtiendo en un puzzle en el que las piezas comienzan a encajar.

Jackson Healy  (Russell Crowe) y Holland March  (Ryan Gosling)

Shane Black nos trae una entretenida y sobre todo divertida película, con una mezcla adecuada de acción, humor y cine negro, en la que ambos actores cumplen sobradamente, no necesitan tirar de mucho alarde para darle empaque a la cinta, el argumento y el desarrollo de la trama tiene tanto peso que la exigencia interpretativa no se hace necesariamente elevada, no obstante Gosling y Crowe están a la altura firmando una buena película.