Película británica de 2015 dirigida por Gavin Hood y protagonizada por la incombustible Helen Mirren. El film, bélico en su temática es puramente dramático en su esencia; plantea cuestiones morales que van más allá de un ataque militar, es más, que trasciende lo militar y hasta lo político ubicándose en la pura ética del ser humano.
La coronel Katherine Powell (Helen Mirren) |
La inteligencia británica tiene localizada a tres de las personas más buscadas acusadas de terrorismo, se hallan en una casa en Kenia y lo que se pretendía fuera una misión de captura se vuelve inesperadamente en una misión de "eliminación". Los terroristas se están colocando unos chalecos con explosivos para un inminente ataque lo que obliga al replanteamiento de la misión. La coronel Katherine Powell (Helen Mirren) opta por la eliminación de los objetivos pero, para ejecutar esta acción la decisión debe ser aprobada por cargos superiores, pasando por ministros, fiscales generales y hasta el secretario de estado norteamericano. Poner de acuerdo a tantas personas complicará sobre manera la ejecución pero cuando parece que todo está concensuado surge un nuevo problema, desde el dron que vigila la casa y que espera en el cielo para derribarla, se aprecia la figura de una niña que se situa junto a la vivienda, en torno a una mesa en la que dispone varias hogazas de pan para su venta.
La sensibilidad humana hace aparición y surgen dudas de si lanzar el misil sería lo correcto sabiendo que con alta probabilidad la menor morirá, unos deciden esperar, otros meditan las consecuencias y otros, como la coronel Powell, no quieren esperar más, quieren actuar ya y evitar que los terroristas abandonen la casa. El dilema moral está servido: ¿arriesgar la vida de una niña o poner en riesgo la vida de cientos?
Gavin Hood nos trae una película cargada de dudas, de que hacer, de como se tomará el mundo el resultado de la acción, de que propagarán y dirán los medios,... no es fácil tomar una decisión de estas características, sea la que sea, pues los críticos esperan con sus plumas y sus lenguas afiladas. Hood nos trae en definitiva un episodio muy real de guerra moderna, del presente siglo XXI.
Se responsabiliza a Helen Mirren del protagonismo de la cinta y el resultado no es muy positivo, si bien su veteranía y aplomo frente a las cámaras le permiten no tener que rendir al cien por cien si que se echa en falta algo más de credibilidad interpretativa. No sólo de nombres vive el cine.
En general la película no es para nada desdeñable y pese a que toda la trama transcurre practicamente en torno a la misma situación, de disparar o no, no se hace aburrida ni larga como cabría esperar. Recomendable de ver aunque puedan haber opciones mejores.