Secuela de la también dirigida por Roland Emmerich, "Independence Day", hace ya 20 años. Y como si lo sucedido en aquella primera cinta fuese real, en "ID. Contraataque" se muestra una sociedad unida a nivel mundial contra la amenaza extraterrestre, que ha sabido aprender de lo sucedido en el pasado, y que se siente preparada para actuar en el presente, un 2016 ficticio bastante más avanzado que el real.
De nuevo el día de la independencia estadounidense, de nuevo una amenaza exterior que acecha a las puertas pero esta vez, con la lección bien aprendida, la defensa de la Tierra no esperará y atacará primero pero, cometerá un error, se equivocará de enemigo. Un posible aliado es destruido mientras que el verdadero y peligroso invasor se aproxima con un ejercito brutal y una nave nodriza de miles de kilómetros de diametro, ¡colosal!. La potencia de los alienígenas es brutal y la nave se posa sin problemas sobre la Tierra, destruyendo casi medio planeta.
Unos pocos elegidos serán los pilotos encargados de aniquilar al invasor, será difícil, prácticamente imposible pero, de eso trata "Independence Day. Contraataque", de alcanzar lo imposible, de luchar hasta la extenuación, hasta que los recursos bélicos se acaben y toque tirar de ingenio, para mayor gloria norteamericana. La película en sí es una oda a heroicismo estadounidense, a ensalzar la valentía y el corage de todos los americanos que por voluntad propia o por verse accidentalmente envuelto en una situación que lo requiera, están entregados y dispuestos, si es necesario, a dar sus vidas por su país y por la humanidad. Lo cierto es que roza lo paranóico, llegando a ser cansino.
La película no tiene una trama definida, es más bien seguir los paso de su antecesora pero a lo grande, con menos miga pero con un despliegue técnico impresionante, quizás exacerbado pero que los amantes de lo efectos especiales disfrutarán enormemente. Pocos diálogos profundos, poca sustancia pero mucha parafernalia. Se echa de menos a Will Smith y sus ocurrencias.
Visualmente es espectacular, su mejoría técnica es evidente, no obstante han pasao 20 años desde que en 1996 se produjese su antecesora pero le falta algo, le falta profundidad de peronaje, desarrollo de los mismos y sobre todo diría que le falta alma, no obstante no puede decirse que decepcione, es más estoy dispuesto desde ya a ver la tercera parte que complete esta trilogía.
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