Película basada en la serie de televisión de mediados de los 90 de nombre homónimo, que encuentra su argumentario en las novelas de R. L. Stine. La serie de éxito internacional entre el público juvenil alcanzó en 2015 su culmen con el largometraje dirigido por Rob Letterman, si bien puede decirse sin temor a equivocarse que ésta llega tarde, su público inicial ya creció bastante y el potencial no alcanzaría a entender demasiado lo que ocurre en la cinta.
Tras la muerte de su padre, Zach (Dylan Minnette) y su madre se mudan a Greendale con el propósito de empezar de nuevo, pronto conocerá a su vecina Hannah (Odeya Rush) y a su fastidioso y quejumbroso padre, un hombre severo que no deja que su hija se relacione con nadie, tanto es así que ni la deja ir al instituto con el resto de jovenes del pueblo.
Zach (Dylan Minnette) junto a Hannah (Odeya Rush) |
Unos gritos acompañados de unos ruidos alarmantes hacen que Zach desafíe la prohibición del padre de Hannah de acercarse a su casa y acompañado de Champ (Ryan Lee), su nuevo amigo de clase, entran en la vivienda, allí descubrirán una colección de libros cerrados con candados, son las novelas bestsellers de R. L. Stine, el afamado autor de "Pesadillas", mayor es la sorpresa al descubrir que se trata del padre de Hannah, al que encarna Jack Black. Por accidente caen un libro y éste se libera del cerrojo, las páginas se revolucionan y el bigfoot abandona su presidio celuloso tomando forma en el propio salón de la casa, es el inicio del caos, más libros se abrirán y más monstruos y maquiavélicos pesonajes saldrán al mundo real, desde el payaso diabólico, pasando por los gnomos de jardín, las momias, el hombre lobo, insectos gigantes, zombies y hasta el malvado Slapy, una marioneta de ventrilocuo que toma el mando de la que se convertirá en una pesadilla muy real para todos.
Enfrentados, ahora Zach, Champ, Hannah y Stine tendrán que colaborar juntos para poner fin a la liberación de tanto personaje que atormenta, por extención, a toda la población de Greendale.
R. L. Stine (Jack Black) |
Una demostración majestuosa de efectos especiales centra el protagonismo de la cinta de Letterman, yendo más allá del propio argumento, algo débil y de los protagonistas Zach y Hannah con una historia de amor que pasa de puntillas pudiendo haber sido un bonito y romántico epicentro sobre el que girar la trama.
Se adivina la intención de dar continuidad con una segunda película, la esperanza es que sea mejor que esta primera en cuanto a profundidad de personajes y mayor recorrido, las posibilidades están ahí sólo falta darle cuepo adecuadamente, lo cual no debería resultar demasiado difícil.
De momento, personalmente, me sigo quedando con la serie.
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