Remake de la película dirigida en 1977 por Don Chaffey, de título similar ("Pedro y el dragón Elliot"), ambas bajo la producción de Walt Disney, cuenta la historia de un niño huérfano que perdido en el bosque es acogido y criado por Elliot un enorme dragón.
Peter (Oakes Fegley) juega con Elliot a lo largo del río |
Tras un accidente de tráfico, el coche en el que viaja Peter (Oakes Fegley) junto a sus padres queda volcado en medio de una cerretera extensísima y perdida de la civilización. El pequeño Peter de apenas 4 años logra salir del coche, desgraciadamente sus padres no. Una manada de lobos lo acechan y Peter corre bosque adentro, acorralado por las fieras se detiene cuando, de repente, estos huyen, detrás de él un enorme animal lo observa con atención, Peter se vuelve y entiende que ha llegado su fin, las enormes garras y sus fauces descomunales le hacen pensar que será el alimento de tan gigantesca bestia, un dragón verde de fuerza y agilidad tremenda pero sucede todo lo contrario, el dragón lo acoge cariñosamente convirtiéndose en su amigo y protector.
Pasados los años y como consecuencia de una disputa entre Grace (Bryce Dallas Howard), la guarda forestal del bosque y su futuro cuñado Gavin (Karl Urban), por la tala de árboles descontrolada de éste, descubren que en el bosque hay un niño pero, no un niño cualquiera, se trata de un niño asalvajado, criado lejos de la civilización; el desconcierto es general. Ahora toca descubrir como ese niño ha podido vivir tanto tiempo apartado de todo y fundamentalmente como ha podido sobrevivir. Las razones que aporta el pequeño resultan difíciles de creer, un dragón ha sido su única familia durante estos últimos seis años, nadie lo cree pese a que por el pueblo siempre ha corrido el rumor de que en el bosque vivía un dragón, sobre todo alimentado por el propio padre de Grace (Robert Redford) que siempre aseguró haberlo visto.
La realidad acaba con los excépticos y el dragón al que Peter llamó Elliot, el mismo nombre que el del perrito protagonista de su cuento preferido ("Elliot gets lost"), aparece en escena, la persecución a la que se verá sometido contrastará con el cariño que personas como Grace, su padre o Natalie (Oona Laurence), la hija de su prometido Jack (Wes Bentley), le profesarán al majestuoso animal.
Película más realista que su original, y no sólo por sus sustanciosos efectos especiales sino porque todo lo que sucede es factible, tomando como válida la existencia de dragones, claro está. Los personajes están bien diseñados, tienen fondo y su credibilidad permite empatizar fácilmente con ellos. Si bien ningún actor podría pretender aspirar a alzarse con ningún premio cinematográfico por los méritos demostrados en la película, si que habría que destacar la labor de Robert Redford en la misma, su papel secundario basta para dar un mínimo de empaque a la cinta.
Natalie indica con el dedo la existencia de Peter, a Grace y a su padre Jack |
Película más realista que su original, y no sólo por sus sustanciosos efectos especiales sino porque todo lo que sucede es factible, tomando como válida la existencia de dragones, claro está. Los personajes están bien diseñados, tienen fondo y su credibilidad permite empatizar fácilmente con ellos. Si bien ningún actor podría pretender aspirar a alzarse con ningún premio cinematográfico por los méritos demostrados en la película, si que habría que destacar la labor de Robert Redford en la misma, su papel secundario basta para dar un mínimo de empaque a la cinta.
Película infantil, de fantasía pero, con la capacidad de entretener a toda la familia, y es esa precisamente la esencia de "Peter y el dragón", la familia.
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