Jack (Jacob Tremblay) junto a su madre Joy Newsome (Brie Larson) |
Quiero comenzar con la más absoluta sinceridad, la más pura, la que te nace irremediablemente, cómo la que me nace habiendo acabado de ver esta tremenda película: La habitación no es un metraje de drama teatralizado y victimismo emocional, La habitación es drama vivo, puro, inmediato, que se puede sentir, que lo sufres como si tú mismo formaras parte de la cinta, desde luego no es una película más, y consigue lo que hasta el momento no he visto en ninguna peli-documental, consigue hacerte real y partícipe de lo que está pasando como si lo que está pasando fuese real, y a tenor de lo que te hace sentir Emma Donoghue, autora de la novela homónima y guionista de la cinta, no puedes ver lo que sucede desde fuera porque ya tú mismo estás dentro de La habitación.
Spoilers / Destripe
Una joven, Joy Newsome (Brie Larson), vive con su hijo Jack (Jacob Tremblay) en una pequeñísima habitación, sin ventanas más allá de una pequeña claraboya y con una puerta que sólo el viejo Nick (Sean Bridgers) sabe abrir con un codigo de seguridad, que precisamente lo único que asegura es que madre e hijo no puedan salir de allí. Cinco años tiene el pequeño Jack aunque son siete los que lleva su madre encerrada allí, en aquella claustrofóbica habitación desde que un día el viejo Nick se encontrara a Joy por la calle y le pidiera ayuda para con su perro, un engaño a través del cual la secuestró y la retuvo en la caseta del jardín, todo este tiempo.
Jack contempla la habitación |
Mientras Jack duerme arropado en un minúsculo armario, su madre espera cada noche al viejo Nick al que le demuestra desprecio y sumisión a partes iguales, todo por proteger la vida de su hijo. Lo cierto es que Jack está sobreprotegido, tanto que desconoce la existencia del mundo, se piensa que nada es real sí sale en la vieja televisión que ve cada día en aquel zulo, que lo único real es su planta, su lavabo, su vater, la silla, la claraboya y su madre. Agotada por el largo encierro y viendo como Jack se hace mayor y no termina de comprender la vida pues no la conoce, nunca ha visto un árbol, ni un columpio, ni un perro, nada, sólo en la tele y se piensa que es fantasía, Joy decide actuar he idea un plan para salir de allí.
Cuando ambos logran la libertad el día a día se plantea complicado, su caso se ha vuelto mediático y su hijo necesita mucha ayuda, para todo, para comprender, pero el chico es fuerte y será el quien termine reconduciendo a su madre por el camino de la sensatez y la recuperación.
Joy Newsome mira hacia la claraboya, su único punto de luz |
Una película sobrecogedora, que te lleva de inmediato a empatizar con los personajes, fundamentalmente con Brie Larson que realiza una interpretación absolutamente bestial; su angustia es la mía, su dolor es el mío, su desesperación también es la mía porque su interpretación verbal y no verbal es rotundamente auténtica, no ves a una actriz haciendo el papel de una chica secuestrada, ¡no!, ves a una mujer que realmente ha sido secuestrada, ves sus penurias, ves su dolor, ves su esfuerzo diario para que a su hijo no le falte nada y sea feliz y todo ello bajo la realidad de un secuestro terrible, indefinido. Merecidos Oscar a Mejor Actriz, Globo de Oro a Mejor Actriz, BAFTA a Mejor Actriz, etc, etc, etc.
El clima que se respira, los diálogos, las situaciones, la ambientación,... redondean una película brillante a la par que estremecedora que una vez la veas no te dejará indiferente. Sin lugar a dudas La habitación es una obra maestra del cine. Mi agradecimiento al cine irlandés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario