Película bélica dirigida por Koldo Serra quien va más allá de la temática de bandos y odios de nuestra Guerra Civil Española, Serra es valiente y rompe tabúes dirigiendo la primera película centrada exclusivamente en lo que sucedió en el pueblo vasco de Guernica.
Un suceso brutal, desgarrador,... aterrador, reflejado pocos días después de aquel fatídico 26 de abril por Picasso en su famosa obra de nombre homónimo, "Guernica". Picasso aceptó el encargo del gobierno republicano español de hacer una obra que representase a España en la Exposición Internacional de Paris, de aquel 1937. Cuando se producen los hechos de Guernica, Picasso abandona lo que tenía hecho y como tributo a lo que sucedió en aquel pueblo vasco, y sobre todo para darlo a conocer al mundo, pinta el "Guernica".
Teresa (María Valverde) habla con Henry Howell (James D'Arcy) |
Koldo Serra cuida cada detalle pues cada detalle cuenta y fue real. Una oficina de prensa donde acudían a diario los periodistas extrajeros para comunicarse con sus periódicos y trasmitirles las crónicas diarias pero, donde la censura española era una constante, en dicha oficina trabaja Teresa (María Valverde) atractiva censora que choca una y otra vez con el periodista americano Henry Howell (James D'Arcy). Los corresponsales deben ceñirse a lo que desde la oficina quieren que se cuente de España pero Henry no está dispuesto a que le impongan nada, su reputación internacional lo avalan para tener la libertad de contar lo que le parezca, al menos eso piensa él.
La labor encubierta de la oficina de prensa es tener controlados a todos los periodistas; los rusos que apoyan al gobierno español tienen bajo su control a Vasyl (Jack Davenport), director de la oficina, su hermano está en manos de ellos y si quiere volver a verlo tendrá que cumplir con sus exigencias.
Los alemanes, con el apoyo italiano, ambos alineados con las fuerzas franquistas, se toman la Guerra Civil como un ensayo de lo que seguidamente se producirá en la Segunda Guerra Mundial. Su arrogancia hace de los fascistas un mal apoyo, pues tal apoyo es una excusa para sus pretenciones militares.
Serra no nos presenta dos bandos enfrentados, Serra nos pone en terreno neutral, en la posición de un extranjero que tiene que informar a su periódico de cuanto sucede aquí, sin interés de ningún tipo. No importa quienes son los buenos o quienes los malos, aquí lo que importa es la tragedia en la que está sumida la población española. Y todo cambia de golpe cuando esto trasciende los bandos subyacentes, no importan si rojos o azules cuando los alemanes despliegan sus aviones sobre Guernica con el único objetivo de barrerlos del mapa.
Calle devastada de Guernica tras el bombardeo alemán |
Una tarde más, la gente compra en el mercado local, con ideas contrarias pero con necesidades alimenticias comunes, cuando de repente decenas de aviones cruzan el cielo. El campanero hace tocar las campanas y las sirenas de emergencias responden alertando a la población para que acudan de inmediato a los refugios. No hay tiempo el bombardeo ha comenzado y no va contra objetivos militares, lo arrolla todo, las bombas caen sobre edificios, casas, iglesias,... el mercado, mientras los aviones a baja altura acribillan a tiros a hombres, mujeres y niños, es una masacre.
Guernica agoniza, se desangra entre escombros y cadáveres, la más absoluta desolación rompe idearios y ni el amor se salva.
Tremenda película con un realismo visual brutal, no obstante optó al Goya a Mejores Efectos Especiales. Sus intérpretes no destacan especialmente pero la historia es tan desgarradora que puede con todo, siendo capaz de tomar las riendas del protagonismo del metraje con una eficacia absoluta.
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