Película de los hermanos Wachowski (Matrix, V de Vendetta, ...), en la que los efectos especiales destacan de forma espectacular copando la práctica totalidad de la película. Ciencia ficción en estado puro. Muchas naves, galaxias, planetas, estirpes, razas,... humanizadas mediante clases sociales, jerarquías de poder y cualidades tan negativas como la avaricia, el ansia de poder, la mentira, la manipulación o mismamente la obsesión femenina por estar bella, por estar joven eternamente.
Los Wachowski nos presentan una historia con poco fondo pero muy adornada visualmente. Una chica de la Tierra con genes reales (de realeza) que sin ser consciente de ello pone en riesgo las pretenciones de un heredero tan despreciable como la envidia de sus propios hermanos, Una estirpe, los Abrasax que sólo viven para enriquecerse y extender su poder por los confines del universo.
Una historia de amor poco creible donde los protagonistas Júpiter Jones (Mila Kunis) y Caine Wise (Channing Tatum) desarrollan una relación a base de él salvarla a ella muchas veces en multitud de ocasiones, algo cansino. El amor se demuestra poco, la bella Mila (aquí poco agraciada) parece la más interesada hasta que de buenas a primeras, digamos que por orden de guión, su salvador Caine comienza a corresponderla. Una historia nada romántica, forzada, que no convence.
El vacío de emociones sólo puede ser salvado por los cuantiosos efectos técnicos, muy bien elaborados, muy bien servidos, apropiados, con un realismo sobresaliente, lo que no excluye el hecho de que tomen demasiado protagonismo en detrimento de la trama, sosa y poco aprovechada.
En todo caso, más allá de lo comercial de la película, ésta cumple y entretiene.
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