sábado, 27 de febrero de 2016

La Cumbre Escarlata

Maravillosa película de 2015, escrita y dirigida por Guillermo del Toro, que nos transporta a un siglo XIX tétrico a la par que espléndido, con la pomposidad reluciente de una sociedad muy aparente y abonada al progreso en todos los ámbitos de la vida.

Edith Cushing (Mia Wasikowska)
Una niña de buena familia sufre la pérdida de su madre que fallece tras una dolorosa enfermedad, con el apoyo y el cariño de su padre, un importante hombre de negocios, se convertirá en una de las jovencitas más admiradas y cotizadas del momento. Su pasión por la escritura le llevará a escribir su primer libro, aún sin editar, donde el amor y las apariciones fantasmales serán fiel reflejo de su día a día pues, la joven Edith Cushing  (Mia Wasikowska) posee la habilidad de ver a los muertos, dudosa virtud que le ha marcado desde su niñez.

Sir Thomas Sharpe (Tom Hiddleston) y Edith Cushing (Mia Wasikowska)

En cuanto al amor, dos hombres son los que parecen pelear por su corazón, de un lado su amigo de toda la vida, el médico oftalmólogo Dr. Alan McMichael (Charlie Hunnam) y de otro un misteriso hombre recién llegado de Londres, Sir Thomas Sharpe (Tom Hiddleston), finalmente la chica decide casarse con Sir Thomas e irse con él a Inglaterra, allí vivirán junto a Lady Lucille Sharpe (Jessica Chastain) la hermana de su marido. Edith no termina de acostumbrarse a su vida allí y aún menos a su nuevo hogar, una mansión inmensa, ruinosa, sombría y nada acogedora, que pareciera tener vida propia.

Lady Lucille Sharpe (Jessica Chastain)

Edith irá descubriendo la verdad que esconde aquel lugar, tan alejado de su Nueva York natal, y sobre todo los misterios de una pareja de hermanos que insisten en vivir bajo aquel techo calado donde las hojas del otoño caen por entre sus vigas desquebrajadas, mientras el suelo se va rindiendo al terreno altamente arcilloso y por ende rojizo que parece tragarse la casa. Su habilidad, tantas veces tan traumática, en este caso será su mejor apoyo.


Guillermo del Toro nos regala una película brillante, con una trama cautivadora, bien llevada, que nos atrapa y nos sobresalta con su maestría a la hora de provocar nuestro miedo. Sin duda Guillermo del Toro se mueve como pez en el agua, es su ambiente, es su género y se luce. El director mejicano firma una verdadera obra de arte, con una fotografía absolutamente impresionante, con un juego de luces admirable y un despliegue técnico y de sonido brutal.



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