Estrenada en España en enero de este mismo año, "Joy" cuenta la historia real de una norteamericana, Joy Mangano, que allá por los años noventa inventó la fregona milagrosa (miracle mop) con la que iniciaría una serie de inventos que le ha llevado a ser una importante empresaria.
Joy, a quien da vida Jennifer Lawrence, se encuentra en una situación altamente precaria, con una familia desestructurada y notablemente desquebrajada; sus padres separados desde que ella era una niña, su abuela le ha mimado siempre y la ha convencido de que tiene algo así como un don para crear cosas y hacer feliz a la gente, lo cierto es que la verdadera carente de felicidad es la propia Joy.
Separada de su marido, Joy lo acoge en el sótano de la casa familiar, mientras su padre va y viene de relación en relación, retornando a la casa como si nada, su madre, por su parte, vive aislada de la realidad e inmersa en culebrones de televisión, todo es caótico, sólo parecen aportar sensatez los propios hijos de Joy.
Trudy (Isabella Rossellini) recriminando a Joy (Jennifer Lawrence) |
La película es una oda a la desesperanza y sobre todo un homenaje mayúsculo a la paranoia. Se hace difícil enteder como una chica de 33 años puede sostener su propio equilibrio mental viendo como el resto de su familia hace tiempo que lo desparramó por el suelo. La entereza que muestra Joy cuando todos los esfuerzos que hace por ayudar a su familia se ven "recompensados" con críticas destructivas y desprecios, incluso humillaciones sin ningún tipo de remordimiento por parte de su propia familia, fundamentalmente de su padre Rudy (Robert de Niro) y la última novia de éste, Trudy (Isabella Rossellini), es digno de alabar, con el aplomo de no darles ni tan siquiera una mala contestación, en este sentido, esta película muestra cuan duro fue el calvario por el que pasó Joy hasta conseguir que sus sueños y sus ideas se hicieran realidad. No desesperó, flaqueó pero no se rindió.
En un despliegue magnífico de comprensión y tolerancia Joy acoge en su seno a toda su familia, incluida su hermanastra Peggy (Elisabeth Röhm), con la que tanto choca. Joy aporta una oportunidad de negocio muy viable y muy prometedora mientras ellos esperan con "el látigo" para someterla y reprender cada paso fallido que le juega la vida. Jennifer Lawrence está sencillamente espléndida, su interpretación es de oscar, no obstante fue candidata a éste como mejor actriz protagonista, su interpretación de una mujer de la década de los noventas, cuando apenas éstas empezaban a asomar la cabeza, con ideas de futuro, con proyectos, ilusiones y una fuerza interior admirable es sublime.
La cinta dirigida por David O. Russell puede llegar a desesperar al espectador, admito que genera sentimientos contradictorios, de un lado quieres que todos salgan del letargo absurdo y paranoico en el que se encuentran y por otro esperas que la inventora pueda triunfar y dejar atrás a esa familia suya que le supone un claro lastre pero, Joy es demasiado buena, jamás los abandonará aunque sea eso lo que ellos se merezcan visto el desarraigo que en todo momento le profesan a la luchadora e incansable Joy.
Gran trabajo de Jennifer Lawrence y no tan bueno de David O. Russell. La película merece la pena por el sólo hecho de ver la lucha infatigable de una mujer, de una persona, por salir adelante, pese a los mil obstáculos que le plantea la vida.
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